La indiferencia nunca fue su fuerte, pero si las ausencias... entonces seria para ella este método una especie de indiferencia física hacia sus afectos, hasta hacia lo que la afectaba... de niña lograba poner en mute al mas griton y ver en cámara lenta su acción... como odiaban esto de ella, cómo odiaban la mirada de ella... perdida, presente, ausente... inmoral, decente, jamas con la corriente... así es ella...
Un día entre el mar de sus pensamientos, las tormentas de sus sentimientos y lo débil de su cuerpo, encontró eso, la indiferencia. Tanto dolor la había sedado, le había dado un total estado de indiferencia a los estímulos de dolor...
Se calzo sus zapatos, arreglo su peinado, pinto su boca de rojo escarlata y salio a la calle... ¿ahora que la podía intimidar, si sus propios monstruos le daban igual?... Siguió caminando, siguió andando y sonrió... esa sonrisa malvada de volver a un estado donde no le importa nada...
Cosas de ella...
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